Aunque puede sonar algo obvio para muchas personas, no siempre es así. Saber crear los objetivos específicos de una empresa, puede catapultar tu crecimiento.
No por el hecho mismo de tener objetivos sino por la dirección que le das a tu empresa. Una de las claves para lograr el éxito está en definir un rumbo claro. Esto no solo es aplicable para los negocios sino para todo aquello que nos propongamos.
Cuando tienes claro a donde quieres llegar menos posible que te distraigas de tu objetivo y más aún si logras desglosar ese gran objetivo en pequeñas paradas.
Quiero traerte una analogía. En el caso de los aventureros que se arriesgan a subir el monte Everest antes de llegar a la cima van a encontrar varios campamentos.
Lo mismo ocurre cuando planteas objetivos. El objetivo general sería llegar a la cima del monte Everest. Los objetivos específicos serían llegar a cada campamento iniciando desde el Campamento Base.
Si no existiera esta ruta y estos objetivos específicos sería posible llegar a la cima, pero tardarias mucho más tiempo o en su defecto fracasar en el intento.
Sin embargo, no quiero que creas que el hecho de tener o crear los objetivos específicos de una empresa van a hacer que esta prospere o tenga mucho éxito. Pues el éxito está determinado por muchos factores pero sí que puede influir en que sea uno de ellos.
¿Que es un objetivo?
Podemos definirlo en la brevedad como “Un resultado esperado”. Es decir, algo que queremos lograr o dónde esperamos llegar. Pero también puede definirse como aquello que nos impulsa a tomar decisiones. Por esto es importante que logremos definir los objetivos en la empresa.
Si no tienes claro lo que quieres lograr, puedes tardar más de lo necesario en conseguirlo, o estarás constantemente cambiando la idea, lo que llegará a ser muy frustrante.
Existen algunas claves o características para que puedas crear buenos objetivos. Pues así como hay buenos objetivos, existen malos objetivos y no en el sentido de hacer cosas malas. Los objetivos malos son aquellos que nos desvían o no nos permitan lograr lo propuesto.
Estas características las podemos encontrar como SMART, que es un acrónimo de varias palabras, que asocia cada características. Vamos a verlas.
Como ves en la imagen anterior SMART viene del inglés (Specific, Measurable, Achievable, Realistic, Time). Cada una de las características permite que el objetivo sea lograble.
La controversia
Estas características son solo una guía y pueden llegar a ser moderados. Algunas personas dirían que son limitadores, que dejan muy poco a la imaginación.
Tal vez, eso puede parecer, por ejemplo, te imaginas la elocuencia del objetivo de Galileo en su tiempo con un objetivo como este:
- Demostrar a la comunidad científica que la tierra es redonda y que los planetas giran alrededor del sol en los siguientes 6 meses.
Puede que no parezca tan descabellado en este momento. Probemos con Thomas Alva Edison.
- Crear un artefacto que use la energía eléctrica para transformarla en luz incandescente que permita iluminar los espacios y dure en el tiempo.
Probemos con algo más arriesgado:
- Construir una máquina que pueda viajar por los aires para transportarnos de un lugar a otro.
Pasemos a la fantasía:
- Construir una máquina que permita doblar el tiempo y el espacio a voluntad dando la posibilidad de viajar al pasado o al futuro, para poder ver los numeros de la loteria y hacerme millonario.
Curiosamente este último objetivo puede parecer algo descabellado en nuestro tiempo, así como una máquina que pueda viajar a la velocidad de la luz. El punto está en que si bien estos objetivos salen de las características SMART son algo excepcional pues son planteados desde un punto de investigación.
En el mundo de los negocios, los objetivos tienden a ser modestos porque parten de la concepción social y económica del momento, sin que esto implique una limitante.
Los objetivos son dinámicos y pueden cambiarse conforme se vaya avanzando, o se disponga de nuevos recursos o información que permita agregar mayor valor al objetivo.
¿Cómo crear los objetivos específicos de una empresa?
Lo primero que deberías hacer es definir el objetivo general, que sería donde quieres llegar, la mayoría de las veces integra la visión y la misión del negocio.
Es decir, “¿dónde quieres llegar, haciendo qué?”. Ten en cuenta las anteriores características.
- Especificó: que sean claros y fáciles de entender.
- Medibles: que puedas llevar un seguimiento de su progreso.
- Alcanzable: que no supere tus posibilidades por encima del largo plazo.
- Realista: que puedas llevar a cabo en el mundo real.
- Temporal: que lo puedas lograr en un tiempo determinado.
Normalmente los objetivos se prefieren planteados en un verso infinitivo. Dicho de otra manera que no esté conjugado, como por ejemplo: Crear, Describir, Investigar, Construir, Distribuir.
Los objetivos específicos deben ser pensados como los puntos o acciones grandes que debo hacer para lograr el objetivo específico. Retomando nuestro ejemplo del Everest, podríamos definir el objetivo general de la siguiente manera:
- Alcanzar la cima del Monte Everest en los próximos 3 meses empleando todas las herramientas de alpinismo necesarias para poder colocar la bandera de mi empresa en la cima.
Aunque este parece un objetivo que cumple las características SMART no lo es para todas las personas, si los escucharas a una persona de 90 años en silla de ruedas te parecería una locura. Por esta razón los objetivos deben estar acordes a las capacidades de la persona o de la empresa.
Si tienes un emprendimiento y estás arrancando sería arriesgado definir un objetivo donde seas la empresa más grande en tu área.
Una vez definido el objetivo general, es momento de definir los objetivos específicos. Continuemos con nuestro viaje al Everest.
- Organizar el equipo necesario para alpinismo y para temperaturas bajas en el primer mes.
- Llegar al campamento base y establecer la ruta y equipos necesarios para cada ascenso en la 5ta semana.
- Iniciar el ascenso al campamento 1 y ordenar los recursos disponibles para continuar el ascenso al campamento 2.
Vamos a dejar estos 3 objetivos, cómo ves el objetivo específico lleva un orden secuencial que al completarlos todos nos acercará a cumplir nuestro objetivo general. Si bien es cierto que no todos los objetivos pueden tener una secuencialidad, si es necesario que estén acordes con el objetivo general.
Por ejemplo, si pusiéramos Comprar un carro ultimo modelo. Es un objetivo, pero posiblemente no es adecuada para cumplir nuestra meta.
¿Qué objetivos debe tener una empresa?
Sería complejo dar ejemplos de los objetivos de una empresa, pues cada una puede tener objetivos muy diferentes a pesar de estar en un mismo sector o incluso si son una competencia directa.
Los objetivos deben definirlos por aquello que te motive a avanzar. Una recomendación es buscar objetivos diferenciadores que te destaque de tu competencia. Pues así tienes más oportunidad de crecer como empresa en tu sector.
Puedes crear tantos objetivos generales como específicos desees. No obstante, tener muchos objetivos con diferentes rumbos también puede hacerte perder velocidad de crecimiento. Enfócate en primero en uno y a medida que la capacidad de tu empresa sea mayor, puedes definir objetivos generales por áreas internas.
Lo importante es que nunca pierdas de vista el horizonte con el que empezaste y por supuesto que te ayude a alcanzar tu realización personal y profesional. Ponte manos a la obra y crea tus propios objetivos.
Espero que estos consejos te ayuden a crear adecuadamente tus objetivos específicos para la empresa.
