Estamos conversando con mi esposa sobre temas varios mientas viajábamos en el carro.
Ella se había ido a arreglarse las uñas como tantas mujeres lo hacen cuidando su aspecto para verse más bellas.
En eso me comenta que la dueña del negocio (quien la estaba atendiendo) le dice que está pensando en salir fuera de Colombia, en rehacer su vida en el exterior, porque el negocio no va bien.
Que hay mejores oportunidades para emprender y que la economía de Colombia está cada vez peor, entre el aumento de la competencia de su nicho de negocio, el aumento en los salarios, los impuestos, las rentas, entre otros gastos operacionales que tiene no le está permitiendo vivir la vida que quiere.
En eso intervengo y le digo, pero ella podría estar haciendo mejores cosas, impulsando una marca propia o buscar un factor diferenciador en su negocio para fidelizar a los clientes…
En eso me responde claro es muy fácil juzgar, pero si es tan fácil ¿por qué no lo haces tú?.
Me quede de cero (0).
Realmente resulta muy fácil dar consejos y ayudar a otros desde una visión externa, o juzgar un negocio por su apariencia o crecimiento. Pero lo cierto es que cada negocio y cada emprendedor tiene sus problemas muy particulares, que poco se pueden comparar.
Sin lugar a dudas hay muchas formas en las que los negocios pueden mejorar sus rendimientos y mejorar su estabilidad, sin embargo, mucho del crecimiento de un negocio depende de la persona que esta detrás de él y de su actitud frente a su situación.
Si eres de las personas que ha tenido o tienen un emprendimiento seguramente entenderás de lo que hablo. Las personas juzgan el crecimiento de tu negocio o desconocen la situación financiera, familiar o psicológica que pasa dentro del núcleo de ese negocio.
Pero también debe saber que en parte es una consecuencia de tus actos y decisiones. Que si bien ya las tomaste siempre hay momento para cambiar y transformar tu camino.
Por un momento quiero que pienses, si el negocio o trabajo en el que estás te satisface ¿es allí el lugar que te gustaría estar?, o tal vez estás allí por tus decisiones y no vez una salida alterna.
Si es esta última, sería buena idea reflexionar sobre lo que te hace realmente feliz, ¿qué es eso que siempre has querido hacer?. Tal vez sea el arte o enseñar, recuerda esos momentos de tu infancia a los que dedicabas horas y siempre querías estar allí.
Ese es tu centro, es lo que debes buscar en tu vida y esto no es un simple consejo, como tampoco pretendo juzgar la situación particular de cada persona.
Pero cuando estas en el lugar que quieres estar, las cosas fluyen, te sientes lleno y no quisieras cambiar. Si bien los problemas se presentan día tras día, no hay cómo afrontarlos teniendo la tranquilidad de trabajar por tus sueños.
Te invito a empezar un cambio en tu vida, desde lo personal, es allí donde empieza la aventura de lo increíble.
Por último quiero compartirte un fragmento de una película que se llama «El cambio» de Wayne Dier.
El auténtico objetivo de la vida es ser feliz, disfrutar de ella y llegar hasta un lugar en el que no estés siempre intentando ir a otro sitio. Muchas personas se pasan la vida esforzándose para poder llegar a otro lugar y jamás consiguen llegar.
Una de las formas de entender como encontrar tu objetivo en la vida es regresar a la naturaleza y encontrar la tuya propia.
