En este episodio continuamos la exploración del camino del emprendedor con «El Libro Negro del Emprendedor» de Fernando Trias de Bes.
En esta segunda entrega de este libro nos adentramos en el drama de ser un emprendedor y exploramos las diferencias entre ser emprendedor y montar un negocio.
No te pierdas este episodio y continua con el hilo de este increíble libro con sus verdades.
Existen personas que se engañan a sí mismas creyéndose emprendedores solo por poner en marcha un negocio.
Ser emprendedor no es registrar tu negocio ante un notario o la cámara de comercio. Esto no te convierte en un emprendedor, esto es solo un paso. Es un paso administrativo necesario, pero no te convierte en emprendedor.
Incluso si ya tienes el negocio en marcha, si montaste la tienda, la agencia o la empresa esto tampoco te convierte en un emprendedor.
Ser un emprendedor no es poner un negocio. Los negocios los pueden crear cualquier persona y esto no implica ser emprendedor.
Te preguntarás ¿Entonces que es ser un emprendedor?
Ser un emprendedor es como ser un bombero
Ser un emprendedor es una forma de vida, es una manera de ver el mundo. Es una manera de entender las cosas.
La mayoría de las personas están en un espacio de seguridad. Tienen su trabajo o incluso su propio negocio. Están en la zona de confort y eso esta bien.
Pero, está es la diferencia entre un emprendedor y una persona que ha creado un negocio. El disfrutar de la incertidumbre. Disfrutar de la inseguridad que da la vida.
Disfrutar el no saber el futuro, cuales serán los retos y las dificultades del mañana.
Esta inseguridad es lo que nos motiva a continuar a hacer siempre nuevas cosas. La incertidumbre procura una forma de placer.
Aquí está la semejanza con los bomberos. Se enfrentan a riesgos reales, a una casa en incendio, un rescate en alturas, personas que tienen en riesgo su vida.
Es un riesgo diferente al simulado, como en las montañas rusas o la rueda de Chicago.
Los bomberos están en constante adrenalina dentro de su trabajo, con la incertidumbre del riesgo, sobre qué va a pasar, sobre como debo actuar. Si me equivoco todo puede salir mal.
Igual pasa con el emprendedor siempre permanecemos en un estado de incertidumbre sobre el futuro. Si cometo errores ahora el negocio puede ir mal, podemos perder dinero, dejar personas sin empleo o incluso quedar en la calle.
Pero es esa misma incertidumbre la que nos motiva a continuar a tomar acción, a ir mas allá.
El que nace para ser bombero disfruta. No se imaginarían una vida sin esa descarga de adrenalina.
Igual pasa con el ser un emprendedor, siempre queremos más, nos cuesta conformarnos, con una vida rutinaria.
Nos gusta estar fuera de una zona de confort. El camino no es ser un empleado toda la vida y obtener una pensión y retirarnos de trabajar.
Nuestra mente se encuentra trabajando constantemente en aprender, poner en marcha, explorando nuevos negocios. Creando nuevas fuentes de ingresos.
Siempre existe un vacío al terminar una tarea, siempre nos falta algo más, terminamos el día pensando que le faltan horas al reloj.
Esta sensación no es que nos cause infelicidad o frustración. Sencillamente queremos hacer algo más cada día, algo diferente algo que destaque.
Es posible que caigamos en el ego o super-ego, sintiéndonos poderosos, pensando en ser reconocidos, en alcanzar grandes logros, o tener suficiente dinero para tener libertad financiera.
Pero la verdad es que está no es la motivación principal de nuestras acciones. No es la causa directa para crecer o el motivo para avanzar.
Ese vacío que nos genera el ser un emprendedor solo se llena con conceptos. Generando constantemente ideas para mejorar o para emprender un nuevo negocio.
Algunas veces las ideas y conceptos son abrumadores. Lo más probable es que no alcancemos a finalizar muchas de las ideas, por esta razón debemos enfocarnos.
Emprender no es para todo el mundo
Así es, aunque todas las personas pueden tener la libertad de emprender. El camino para ser un emprendedor no es para todos.
Salir de la zona de confort y arriesgarte a perderlo todo, genera miedo. Esto es lo que construye el camino de emprender, enfrentarse al miedo.
Si no te consideras una persona emprendedora y prefieres estar en tu zona de confort está bien, es perfecto. Este es un aspecto bonito de la vida, que existen caminos adecuados para todos.
Pero si por el contrario, sientes que te hace falta algo, que no estás a gusto con lo que estás haciendo ahora, tal vez sea por que tu camino si es emprender.
¡Ojo! pero no emprendas por los motivos incorrectos. Quiero que antes de decidirte a emprender escuches el episodio anterior del PodCast.
La felicidad requiere que el futuro sea incierto
– Jorge Wagensberg Lubinski
Esto es más intenso para los emprendedores. Emprender es no es más que el acto de reducir la incertidumbre de un proceso llamado intercambio o comercio.
Queremos dejar de ser espectadores en el proceso de venta y ser los desencadenantes del proceso.
No contemplar el fracaso como una alternativa en los negocios suele ser otra característica.
No es que seamos tontos al pensar que las cosas no pueden ir mal, sencillamente centramos nuestra atención en el objetivo de sacar el negocio adelante.
No siempre es posible y el fracaso hace parte del camino del emprendedor.
De los errores se aprende, del éxito no mucho.
Si no reconoces esta frase, es de la película «Meet the Robinsons» puedes ver un extracto aquí:
El punto es que si te centras en el fracaso, ni siquiera lo intentarás. Si pones más atención al miedo y a sentirte frustrado, no sabrás nunca como pudo ser.
Este sentimiento de vacío y la necesidad de caminar hacia lo desconocido, es lo que permite conocerte a ti mismo como un emprendedor.
Ahora te invito a reflexionar si realmente te consideras un emprendedor o quieres llegar a tu zona de confort y vivir una vida promedio.
